GVVG - Por Alberto Polo
Gran Vuelta Valle del Genal 2018
Trail Valle del Genal
Fecha: 20-10-18
Localización Salida: Benadalid. Málaga
Hora salida: 9:00
Distancia: 56,34 Km
Desnivel acumulado: 5.214 m
Sensaciones: Nervios, GOZO, alegrías, dolor, mucho dolor, taco de dolor y Happy Finish
Y una vez mas, aquí nos vemos…!!!
Arrastrado por los comentarios, fotos y calificativos de mis compañeros en la edición anterior, allí me encontraba yo, en el asiento trasero del coche (le dije a mi Santa, que condujera ella mejor, que me dolía la cabeza), conectándome con mi móvil para intentar pillar dorsal y…...lo conseguí. Estaba dentro.
Tenía tiempo de sobra para preparar la prueba y confiado en mis posibilidades, sin perderle el respeto. Pero llegó el verano y con él, cambios de horarios en la vida laboral-familiar y el calor, mucho calor (me mata).
A medida que iba acercándose la fecha, me sentía mas cansado y agotado, física y con los ánimos muy bajos. Incluso pasó por mi cabeza en varias ocasiones el soltar el dorsal, pero me eché “cojones” a mi mismo y no me hice caso. Así que “palante”.
Allí me veía, en Benadalid, a falta de 10 minutos de empezar la prueba y con una tromba de agua que me hacían temblar las piernas.
Pero escampó, a pie del arco de salida y muy bien rodeado de mis compañeros Hispatrails, que a medida que los veía acercándose al arco, notaba como mis miedos se iban y volvían mis nervios de siempre: ese pellizco que aparece siempre en esos instantes. Esa sensación de nervios, felicidad, canguele y euforia, una de las cosas que me engancha a este mundo.
Cuenta atrás de mano de Chito y !vamos que nos vamos!
Comienza la prueba, en la que si no elevas tu mirada, te lo pierdes y vaya si te lo pierdes. Creo que se quedaron cortos mis compañeros en describirla.
Paisajes que te cortan la respiración, (las pendientes también): montañas, verdes, amarillas, marrones, rojas, cañizos de color rosa que parecían cuellos de cisnes, arroyos, tajos, puentes, pasarelas, rocas que brillaban bajo tus pies, aldeas BLANCAS que perfectamente colocadas en las faldas de las montañas y sobretodo su gente. Grande su gente.
En definitiva, una ROMPEPIERNAS en la finalizas con una sonrisa de oreja a oreja.
Todo esto no sería lo mismo sin las compañías. Tener a tus compañeros con los que compartir miradas de dolor, nervios o felicidad. Aquellos con los que es todo un lujo compartir tus experiencias vividas, con quienes reímos, acompañado de alguna que otra “sana puñalá”. Y por supuesto, ese Fran, gracias por esas 8 horas y 27 minutos de compañía. Me hubiera costado la misma vida de no haberme acompañado, y como no, Maribel, que cada vez que la encontrábamos, me volvía a cargar las pilas.
PD: Por último, aprovecho para daros las gracias a todos aquellos que le quitáis tiempo a vuestro trabajo o familia, para hacernos a nosotros un poco mas felices: buscándonos rutas, administrando licencias, seguros, buscándonos ropa y complementos o publicando nuestras imágenes, decorado con bonitos comentarios. Gracias