Jimera Tres Trails 2018 - Por Eco

Jimera Tres Trails 2018 - Por Eco

Acabando el 2017 buscaba nuevos retos, cuando un día apareció por casualidad una publicación en Facebook. Jimera3Trail, la carrera de "los trenes" y casualmente tengo un amigo, Diego, al que le chiflan los trenes. Así que dije, y por qué no? Era un Trail por etapas, nunca había hecho algo así...

Los dorsales se adjudicaban por sorteo, pero desde el principio tuve el presentimiento de que uno de esos dorsales sería para mi. Era justo el fin de semana antes de mi cumpleaños, qué mejor regalo?
Al celebrarse el sorteo la verdad que me llevé una grata sorpresa, porque fuimos unos cuantos de mi recién estrenado club los agraciados.
Después de unos meses de suspense y nervios llegó el momento.
Fabiola, Fran, Ugarte, Rafa Legendario, Luis Solano, Fernando Fuentes, Kirsty y yo. Todos preparados para embarcarnos en ese tren. Nervios, euforia y mucho respeto por lo que se avecinaba.

Empezamos quitando hierro al asunto con Chito al micrófono dentro de ese tren. Quién mejor que él para animarnos en el viaje. No hubo tiempo para pensar en la carrera, sólo para disfrutar, cantar, bailar, tocar las palmas y reír a carcajadas. Desembarcamos en Gaucín, y al momento pistoletazo de salida. Carrera dura sobre todo los primeros kilómetros. La verdad que no disfruté mucho del paisaje, prefería no mirar mucho hacia arriba para no ver lo que venía, centrándome en los próximos metros y así poder engañar un poco la mente. Las subidas no son mi fuerte...
Después mucho pisteo. A la mayoría de la gente que hace Trail no le gusta, pero a mí me sirvió para aliviarme un poco.
Andando en las subidas y trotando en los llanos y bajadas conseguí llegar a meta.
Allí estaban ya casi todos mis compañeros, y pudimos disfrutar de unas cañas y unas risas.
Objetivo 1/3 conseguido

Intentamos dormir un rato, pero no fue posible porque no todo el mundo sabe lo que significa la palabra respeto...
A las 20:00 continuaba el juego, así que nos colocamos los chismes y de nuevo al corralito de salida.
Las piernas se notaban cansadas y la cabeza me iba a estallar, pero eso no iba a impedir que siguiera la aventura. Pastillita al canto y a correr!!
La segunda etapa fue bastante dura. Empezó muy rápida, o igual es que yo me coloqué demasiado delante. Y por no frenar a los de detrás, forcé demasiado al principio, y eso sumado a la pared vertical con la que comenzaba la carrera, hizo que se me hiciese eterna. Menos mal que a mitad de carrera me encontré con los hermanos Millán. Vaya!! Uno de ellos se había lesionado... Por eso iban lentos. Así que los pasé. Pero tan sólo pude pasarlos un par de metros. Al momento los tenía al lado, y después delante. Fueron ellos los que prácticamente me obligaron a acabar la carrera. A trote en los tramos lisos y caminando en las subidas de nuevo. Mil gracias por tirar de mi esa noche. La verdad que lo necesitaba.
Acabé muerta!! Pero acabé!!
Objetivo 2/3 conseguido!!

Ducha, cena, y a intentar descansar de nuevo. Y digo intentar, porque se quedó sólo en un intento. Las copitas de más y los paseos nocturnos de un compañero, por llamarlo de alguna forma, hicieron que prácticamente no pegara ojo en toda la noche... Por lo menos las piernas habían estado estiradas, algo es algo...
A las 8 arriba, desayuno y a acicalarnos de nuevo para el último asalto. Casi no llegamos!! Con las prisas de última hora mi dorsal no aparecía, se lo había tragado la tierra. Y cuando apareció salimos escopeteadas Fabiola y yo. Dioooosss!!! Que no sabemos llegar a la estación!! Sólo que estaba a 2kms y que el tren salía en 10 min!! Hay que correr!!! Pero, hacia donde??? Menos mal que un VOLUNTARIO (sí con mayúsculas, porque se portó de 10) nos acercó en coche a la estación, sino no llegamos a tiempo.
Viajamos de nuevo amenizados por Chito, su carrito-altavoz y su megáfono. Esta vez ya más tranquilitos todos, se notaba el pesar de los kilómetros. Y llegamos hasta la estación de Cortes de la Frontera, donde empezaría la tercera y última etapa. 31 kilómetros que dieron para mucho. Una subida larguísima al empezar, aunque por suerte no con tanta pendiente como las de días anteriores. Lo pasé regular, para qué nos vamos a engañar, y el tibial derecho empezó a molestar un poco, pero era soportable. Lo bueno es que esta vez sí disfruté de las vistas! Con paradas para fotos y todo. A estos sitios hay que venir a llenarse de naturaleza y fue lo que hice este último día. Total, qué mas da llegar 5 minutos antes o después...
Al llegar a los llanos de Líbar, apareció detrás mía como un ángel de la guarda Rafa Legendario. Él me guió por esos llanos inmensos que cruzamos andando a ritmo legionario.
Tras los llanos nos esperaban un montón de bajadas muy técnicas. En las que Rafa me hizo volar!! Ese hombre que casi siempre llega de los últimos y que duerme enchufado a una máquina, me hizo perder el aliento bajando para no perderlo de vista. No hubiese podido encontrar una liebre mejor!!! Te lo agradeceré siempre !!!
Cuando se acabaron las bajadas, ya en Benaoján, me hizo seguir sola quedándose él un poquito más atras para recuperar. Aunque siempre me siguió de cerca.
Continué por el carril de toboganes que me llevó hasta Jimera de nuevo. Como siempre, andando en las subidas y trotando cuando se podía. Mi tibial aguantó como un campeón, haciéndose notar, pero me dejó llegar a meta.
Y por supuesto, el último tirón hay que hacerlo a full. Trotando y sonriendo, que ya se escuchan los gritos de Chito!! Brazos arriba al cruzar la meta y una satisfacción enorme de lo que acababa de lograr.
Objetivo 3/3 conseguidooo!!!!

Después de descansar un poco y reponer fuerzas con la comida del avituallamiento final. Miramos las clasificaciones y, ¿¿¿Qué ven mis ojos??? Segunda en mi categoría!!! Qué subidón de adrenalina!!!

Ducha, y a recoger premios.
Kirsty se alza con el primer puesto de la general batiendo el récord anterior, Fabiola segunda veterana, y yo segunda senior.

Agujetas hasta en las mejillas de tanto sonreír!!!

En definitiva, el mejor fin de semana que podría haber pasado. Un pueblo volcado literalmente en esta prueba. Un ambiente insuperable. No había una sola persona que no estuviera implicada de alguna forma. El que no corría era voluntario.
Sólo se respiraba amabilidad, hospitalidad, cariño... No se puede acabar un fin de semana con mejores sensaciones!!

Y todo esto, sólo porque a Diego le gustan los trenes...