Maratón Sevilla 20 - Por Rocío

Y llegó el día. Tras una noche de nervios y sin apenas dormir, me preparo para cruzar la salida de la Maratón de Sevilla 2020. Una maratón que no me había preparado ni física ni mentalmente. Tenía claro que no iba a terminarla pero poder vivir el ambiente durante el tiempo que mi cuerpo aguantase merecía la pena.

Siempre he corrido sola, con mi música e intentando marcar tiempos, pero hoy no era día para eso. Decido correrla con mis nuevos compis de CD Hispatrail y pasar un buen rato con ellos.

Me coloco la camiseta del club, prestada por mi amigo Javi, y el dorsal. Llego al punto de encuentro donde habíamos quedado todos, apenas conocía a nadie ya que me apunté recientemente al club. Allí plantada, con mi dorsal con el nombre de un tío (JORGE) y el cachondeo de todos al respecto...
?

Nos preparamos en el cajón de salida un grupo de 5, los que no pretendíamos hacer marca, sino acabarla. Comienzan a hablar entre ellos... "Killos, llevais los geles?? Las sales??", "Si tío, yo llevo lo justo" Otro...""Pues yo llevo de más por si acaso", Otro..."Yo llevo miel en vez de geles" A lo que salto yo... "Pues yo no me he traido nada de eso...Y tampoco los he tomado nunca..." Los 4 tíos que iban conmigo me clavan la mirada... "En serio?????" Lo único que podía hacer era levantar los hombros y poner cara de poker. Y ahí comienza el cachodeo durante toda la carrera. Si os dije antes que no estaba preparada para la maratón no os mentía!!! jajajaja. Ni siquiera sabía para qué servían los geles ni las sales ni cuando había que tomarlas... Pero como este grupito era muy pero que muy molón, todos me fueron ofreciendo "drojas" durante la carrera, y yo que soy muy educada no decia que no a ninguna.

Comenzamos a correr, ritmito bueno pero tranquilo, la carrera muy animada, muchos puntos con musicote y sobre todo las risas que nos íbamos echando los 5 mientras corríamos. Y sin darme cuenta ya llevaba a mis espaldas media maratón! Vamos Gorgueeee!!!!!!

A partir del Km 22 comencé a superarme en distancia, nunca habia llegado a correr tanto, asi que todo lo que hiciese después de ese punto para mi ya era una superación. La compañía era insuperable, todos pendientes de cómo estaba, cómo me sentía, si necesitaba aflojar unos segundos ellos me acompañaban, "Un Hispatrail nunca deja atrás a otro", eso me decían... y así fue, se conviertieron en mi familia.

La carrera cada vez iba haciéndose más dura, ya Gorgue no se reía tanto jejeje, pero ahí seguían ellos, acompañándome en cada zancada. Así cómo iba a rendirme!! De repente Raúl, uno de nosotros, pincha, su cadera comienza a darle problemas... Mierda!! Así que nos dividimos para no dejarlo solo. Que gran equipo joder...

Atravesamos el muro, y ahí seguíamos, sacando fuerzas y sin rendirnos. Y fue ahí cuando me di cuenta de que podría conseguirlo, si todo seguía así la acabaría!

Entonces aparece Javi Gil, amigo y compi ?del club, para acompañarme en los últimos kms. "Cómo vas?" "Necesitas agua?". "Estoy bien Javi, pero no puedo ir más rápido" "Vas bien Rocío, tía, que lo vas a conseguir!" La alegría al i?gual que el sufrimiento me invadía el cuerpo. Llegamos a La Palmera, solazo pleno, mucho calor... "Javi tengo sed". Ningún avituallamiento a la vista. "Espera Rocío, tu sigue corriendo, ahor?a vuelvo" Lo veo acercándose a un "finisher" que venia por la palmera del vuelta, con su medalla y su bolsa. "Killo! Tienes agua???" Y el buen hombre le da su botella de Powerade. Joder esos buches me dieron la vida. La corredores de a mi alrededor nos pedían de beber, esos kms creo que fueron duros para todos. Y así mi gran amigo me acompañó todo el recorrido, encargándose de abastecerme de agua, plátanos, geles y la botella de powerade que él portaba por mi.

Km 38, a partir de ahí los más largos de mi vida, se me hacían eternos. Pero mi Sevilla más volcada que nunca en nosotros, no podía quitarme la sonrisa de la cara. Lo iba a conseguir, estaba llegando, joder, iba a terminar la carrera!, No me lo creía... Mierda! que me pongo a llorar... para coño! que te ahogas!!

Últimos metros, sacan a Javi del recorrido porque iba sin dorsal, y en ese momento me encuentro con Cristian, hispatrial y acompañante durante casi toda la carrera y también estrenándose en una maratón. Veo la meta, la felicidad recorre todos mis poros, lo he conseguido... y rompo a llorar. He cumplido un sueño... y no uno cualquiera, he hecho la Maratón de Sevilla. Sin vosotros no lo hubiese conseguido.

Gracias compañeros! Gracias familia!!!