9ª CxM "Fuera de Pista" Sierra de San Pablo - Por Javier Gil

Por Javier Gil: He subestimado esta carrera

Esta puede ser la frase que resuma mi participación en la 9ª CxM "Fuera de Pista" SIERRA de SAN PABLO. Me inscribí animado por los comentarios positivos de varios socios del club y amigos del grupo de las colinas, pero, se vé que no estaba lo suficientemente preparado para afrontar los 3000 metros de desnivel acumulado que tiene la prueba.
Bueno, os cuento mi odisea.Javier gil montellano 2017
Iba muy ilusionado, puesto que era la primera Trail que corría como integrante de los Hispatrail. Como éramos muchos los componentes del club que íbamos a Montellano, fué complicado quedar para desayunar, así que me fuí con los deberes hechos de casa. 
Una vez en la carpa de la organización, saludos, fotos y a las 8.50, salida neutralizada hasta las afueras del pueblo, donde a las 9 en punto, se da la salida oficial de la carrera. Me pego a Maribel, pues creí que podía ser una buena compañía para la carrera, y así fué, hasta que mi cuerpo dijo basta.
Sólo un par de kilómetros para calentar y de pronto, la primera subida. Llevaba los bastones por si me hacían falta al final del recorrido, pero nada más lejos de la realidad, en esa primera cuesta, ya los tuve que utilizar. Al ser la primera subida, se hace llevadera, la niebla hace que los paisajes sean alucinantes y me distraigo bastante con la infinidad de esparragueras y espárragos que hay en este tramo. Llegados arriba, primer avituallamiento, un trago de agua y fuerte bajada por una pendiente bastante pronunciada, cuesta trabajo mantener el equilibrio. Me doy cuenta de que me he equivocado en la elección del calzado, muchas piedras sueltas y mucha arena hacen que resbale continuamente.
Cuando llegamos al final de la pendiente, unos metros para correr un poquito y de repente, veo un muro y una fila de corredores interminable, empezábamos a afrontar la segunda subida del día. Una pared vertical de piedra, con el sol dándote en la espalda y la gravedad tirándote de los hombros hacia abajo. Increíble el aroma que desprendían en esta zona las distintas hierbas aromáticas. Puede distinguir romero, tomillo, orégano, lavanda, espectacular el aroma. Esta subida fué tremenda, tuve que parar varias veces para recuperar el aliento, y empecé a darme cuenta de lo que iba a sufrir en esta carrera. 
Por fín, cuando se acaba el repecho, un poco de bajada y de respiro, por un carril, un verdadero descanso para los pies. Ahí está el amigo Juanma Cueto, teléfono en mano, inmortalizando el momento y animando a todos los participantes, gracias Cuento, a recuperarse. 
Ahora, tomamos la vereda que nos llevaría al famoso Castillo de Cote, una subidita que hago muy tranquilo, con los bastones, Maribel me ofrece una pastilla de sales y un trago de agua. Llegados al Castillo, las vistas son impresionantes. La verdad es que es una carrera para disfrutarla, para ir en forma y poder disfrutar de los paisajes, del ambiente, de los voluntarios (luego hablaré de ellos). Empezamos la bajada del castillo, y Maribel se me escapa con un grupito que iban a su ritmo, yo ya apenas si podía correr, ¡y estábamos solo en el kilómetro 10!, y aún falta lo peor. Llego hasta un voluntario que me dice: “ahí tienes una cuerda”, ¿cuerda para que?. Ostia puta, perdón. Cuando llego a un repecho que tienes que ayudarte de una cuerda, y yo con los bastones en las manos. Realmente no recuerdo como lo subi, si con los bastones en una mano, la cuerda en otra, un infierno. 
Ya estaba en el avituallamiento 4, situado al lado del 3, y ya iba listo. Hablo con uno de los voluntarios y me cuenta que ahora viene una zona más corrible, efectivamente, era una zona de pinos muy bonita y corrible, pero yo ya iba muerto y apenas pude correr.
En el avituallamiento 5, kilómetro 16 más o menos, me encuentro a Javi Sierra, había tenido un pinchazo y estaba esperando una ambulancia para regresar a la meta (espero que te recuperes pronto). Estuve a punto de quedarme con él, iba sin fuerzas y aún me quedaban dos grandes subidas. Miré el dorsal y haciendo cuentas con los puntos de corte, decidí seguir e intentarlo. 

Javier Gil Montellano 2017Penúltima subida del recorrido (o eso creía yo), que culmina en el avituallamiento número 6. Era un sendero o un cortafuegos, o algo parecido, no lo recuerdo bien. Llegué como pude arriba y me tuve que sentar junto con el voluntario porque me faltaba el aliento y estaba mareado. ¿Porque no me he quedado con Javi abajo?, me preguntaba. 
Seguí como pude (de verdad esta camiseta da alas) y acerté, el avituallamiento 6 me dio la vida. Tenían refresco de cola, y encima, una de las voluntarias, me ofreció un cubito de hielo. Hasta 3 vasos me tomé, y entonces, otra de las experiencias nuevas en las carreras, llega el corredor escoba. No os podéis ni imaginar la angustia que es tener al corredor escoba detrás tuya durante los últimos 8 kilómetros. Bajadita peligrosa, piedras resbaladizas y rodeado de ovejas y cabras, jejeje muy curioso. Ya iba pensando en la última subida, que al ser por un sendero y por camino se hizo más llevadera, que no menos dura, dado el estado en el que iba. 
Otra bajada y de pronto, me acuerdo de un comentario que me hizo un voluntario sobre el km 10, la peor cuesta de todas es la última pequeñita, ¿que quiso decir?. Vaya cuesta puteante entre eucaliptos. Calculo que unos 300 o 400 metros de subida, que con la tralla que llevábamos, se hizo dura. 
Desde ahí hasta la meta, cuesta abajo por las calles del pueblo. Al final, 6 horas, fuera de tiempo de carrera, pero con la meta abierta.
En la meta, parte del equipo esperaba con cerveza fresca, como dios manda.
La carrera en general es una pasada: espectaculares paisajes, correctamente señalizada, avituallamientos de lujo, magníficos voluntarios y una organización de 10. Chapó. 
Por poner una pega, la información de la carrera no estaba correcta ni en la Web ni en el dorsal.

Pienso repetir, pero mejor entrenado.

Comentarios (1)

Felipe
  • 1. Felipe | 13/03/2017
Muy buena Javi!
Avantiiii !!

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