Ultratrail del Mont Blanc 2014

Por José Esteban López Mencías

Son las 17:25 horas del 29 de Agosto de 2.014 faltan tan solo 5 minutos para dar el pistoletazo de salida a una de las pruebas más duras del calendario internacional de carreras de Ultratrail el “Ultratrail del Mont Blanc” también conocido por sus siglas el UTMB, estoy sentado junto a unos 2.300 corredores en las escalinatas de la iglesia de San Michel en la place de L´Eglise  del  municipio Francés de Chamonix, ya no hay nervios, se quedaron atrás en la tensión de estos últimos días, estoy tranquilo todo lo que tenía que hacer ya está hecho, ahora solo me queda disfrutar de la carrera, de este entorno tan excepcional y de los paisajes que nos esperan; por delante casi 20.000 mts de desnivel acumulado, de duras e interminables subidas y peligrosas bajadas que pondrán nuestros músculos al límite de su capacidad. Partiremos desde este municipio enclavado en los Alpes Franceses, en el departamento de la Alta Saboya a los mismos pies del mítico Mont Blanc (4.810 mts), rodearemos este homónimo macizo montañoso pasando por tierras francesas, italianas y suizas para finalizar cerrando el círculo de 168 Km, en la misma población de salida.

 Atrás quedan los miles de Kilómetros de duros entrenamientos desde ese 15 de enero en el que salí elegido para intentar la proeza de rodear a la gran montaña blanca, atrás, los esfuerzos de levantarse temprano los fines de semana para viajar a las montañas para entrenar ese desnivel que las llanuras de Sevilla nos niega, y que tan importante es; atrás también las tiradas nocturnas para acostumbrar al cuerpo a trabajar con falta de sueño; en definitiva los numerosos sacrificios que uno tiene que hacer para presentarse a una prueba de estas dimensiones con ciertas garantías de éxito, sacrificios que son compartidos con el resto de la familia, a la que desde estas líneas quiero darle las gracias.

  Por la cabeza se me pasan todos esos recuerdos mientras miro a mi alrededor y contemplo el espectáculo de color que representan los casi 2.500 participantes ataviados con sus mejores prendas deportivas, dispuestos a dejarse la piel si es necesario para doblegar a la bestia, que desde arriba nos contempla envuelta en un manto de nubes y que para ponerlo, aún si cabe, más duro comienzan a soltar agua desde antes de la salida.

  A mi lado sentado junto a mí, enfrascado en sus propios pensamientos viviendo la tensión del momento está Juan Guzmán Pérez, es un corredor de los “ Lentos de Torreblanca” y un gran amigo a pesar de la reciente amistad, le he conocido hace solo unos meses, cuando me puse a buscar a alguien de Sevilla que fuera a participar en la prueba y con el que he compartido entrenos, viaje y espero compartir esta carrera.

   A unos pasos, también mezclado entre los corredores como si de uno más de ellos se tratara, está mi gran amigo Manolo Zarzavilla, al que desde aquí le agradezco todo su apoyo, es el mejor refuerzo que puedo tener para afrontar este reto, además siempre está cuando lo necesitas, cuando hace unos meses le planteé que contaba con él para que me acompañara como apoyo, no se lo pensó dos veces, es de los que sabes que nunca te fallan, es un crack, un diez, un puntal, muchas gracias Manolo, me despido de él, pues va a colocarse después de la salida para sacarnos unas fotos al paso.

  Los minutos pasan muy lentamente ya llevamos aquí sentados casi dos horas aguantando estoicamente la lluvia a veces débil pero en otras ocasiones intensa; de repente suenan los acordes de la música de Vángelis “1492 la conquista del paraíso” que indican que la salida es inminente;

 nos ponemos de pie, pegado a mí un padre que ha querido estar hasta última hora con su hijo, se abraza a él, en el rostro del padre se refleja a la vez el orgullo y la preocupación; junto a ellos otros dos corredores franceses muy jóvenes, apenas 20 años, se fusionan en otro largo y emocionado abrazo cuando ambos se separan unas lágrimas resbalan por sus mejillas, son momentos de sentimientos encontrados, me vuelvo hacia Juan y con un abrazo nos deseamos suerte.

  En un acto espontaneo convertimos el momento como en la liturgia de la misa el de “daros la paz” y sin conocernos con un apretón de manos nos deseamos mutuamente suerte entre todos  los que tenemos a nuestro alrededor.

  Comienza en alto la cuenta atrás: dix, neuf, huit,……..trois,deux,un y estamos en marcha comienza la odisea, son los primeros pasos vamos andando apoyados en la espalda del que nos precede con el fin de no tropezar; tardamos casi dos minutos en recorrer la distancia que nos separa del arco de salida, ya estamos en carrera, poco a poco comenzamos a trotar y algo  después podemos correr. Llueve intensamente pero hay mucha gente a ambos lados de la calle, busco a Manolo con la vista, pero con tanta gente es imposible saber dónde está, había dicho que se pondría en la izquierda y a unos 200 mts. del arco, cuando ya descarto verle, le oigo gritarme dándome ánimos, adiós Manolo no creo que haya tenido tiempo de sacar foto alguna.

  Cuando estamos saliendo de Chamonix, para de llover, por lo que tomo la decisión de quitarme el chubasquero y así lo hacemos tanto Juan como yo nos paramos y sin perder apenas tiempo lo guardamos en la mochila.

  Al llegar a les Houches Km 8 comienza de nuevo a llover, así que no tenemos más remedio que volvernos a poner el chubasquero, tras atravesar este municipio se inicia la primera de las 9 grandes subidas, es el ascenso al puerto de Delavret 1.764 mts y en sus primeras rampas llega el primer gran tapón de los que había oído comentarios en las distintas crónicas, no andamos nada, es como si hubieran puesto una puerta cerrada en mitad del sendero, bueno al ser cuesta arriba la diferencia entre el ritmo que llevábamos y la detención no puede suponer mucho si no se demora en exceso, y así es poco a poco nos vamos moviendo de nuevo. 

  Juan se ha quedado atrás y no consigo verle, grito su nombre pero no me contesta, paro a echar mi primera meada, mirando de reojo por si acaso pasara, veo al compañero de Los Palacios que habíamos saludado el día anterior, le pregunto por él y me confirma que viene unos metros más atrás, decido continuar queda poco para coronar el puerto, 19: 43 control de Delavret Km 14, tiempo en carrera 2h 11´ 50” posición 1880,  el camino está cada vez más embarrado, y ya en la bajada se torna extremadamente peligroso, las zapas se llenan de barro y los tacos no agarran, presencio varias caídas seguidas y yo mismo doy algún que otro resbalón, que a punto esta de acabar con mis huesos en el suelo, hay que pisar por donde hay hierba esta hace que se agarre mejor la suela.

   Poco a poco la noche se va viniendo encima, no había calculado que me cogiera la noche antes de llegar al avituallamiento de Saint Gervais pues llevo el frontal dentro de su bolsa, en el fondo de la mochila con el papelito que le puse en el borne de la pila para evitar que se me encendiera solo y quería que fuera Manolo quien lo sacara mientras me avituallo, las luces del pueblo están ya ahí pero ahora ya tengo que seguir sin frontal por un sendero bastante técnico en una zona muy cubierta de pinos, con lo que aún se ve menos, me pego, a riesgo de parecer “bujarrón” a uno que lleva un frontal que parece los faros de un coche y así consigo llegar a las primeras luces del pueblo y para evitarme problemas de descalificación, debajo de una farola y lo más rápido que puedo me quito la mochila y rebusco hasta encontrar el puto frontal, he perdido un montón de tiempo.

   20:52 control de Saint Gervais-Les-Bains Km 21, 1º avituallamiento, tiempo en carrera 03h 20´40” posición 1832, a pesar de la intensa lluvia que está cayendo hay muchísima gente animando en las calles, al llegar me encuentro con Manolo que me anima y me dice “te veo a la vuelta”, entro en el avituallamiento hay de todo, pero aún no he hecho ganas, cojo un par de gajos de naranja, dos sorbos de agua y prosigo; Manolo me acompaña durante unos metros le recuerdo que me prepare las zapas Goretex para el siguiente control, pues llevo los pies ya muy mojados y lo que me espera.

  Hasta el siguiente control, el recorrido discurre por caminos anchos, pero que se van convirtiendo en arroyos, ya no hay forma de evitar los charcos, el agua baja de lado a lado del camino, temo que si sigue mucho tiempo así termine saliéndome alguna rozadura en los pies, son las 22:40 por fin llego al control de Les Contamines-Montjoie Km 31 tiempo en carrera 05h 08´54” posición 1628, cuando entro lo primero que hago es buscar a Manolo pero no le veo por ningún sitio; decido comer algo y luego seguir buscándole, le llamo a gritos en la zona de los acompañantes, pregunto por donde entran estos y me sitúo ahí una vez que veo que dentro no está, le llamo por el móvil pero la cobertura no me permite escucharle, por fin en uno de los intentos por establecer contacto consigo decirle que estoy dentro y aparece, que alivio estaba acojonado al pensar que iba a tener que continuar con las zapas y los pies totalmente empapados toda la noche, me explica que la organización no le dejaba pasar porque según ellos yo no estaba dentro y no preveían mi llegada hasta las 11:15, le pregunto por Juan y me dice preocupado que pasó el corte del 1º control pero solo a 15´antes del cierre, me cambio la ropa que está empapada y sobre todo las medias y las zapas y salgo rápidamente, he perdido muchísimo tiempo, al final salgo con solo unos 25´de margen sobre el cierre, me despido de Manolo ya no nos veremos hasta el día siguiente en Courmayeur Km 77 calculo que sobre las 11 h.

  El camino de muy parecidas características, continua hasta el siguiente punto de control La Balme son las 00: 49, Km 39 tiempo en carrera 07h 17´57” posición 1865, el tiempo que estuve con el problema de las zapas me ha echado para atrás pero lo importante es que he vuelto a ganarle 25 minutos más al tiempo de cierre ahora llevo 45´de adelanto.

   Comienza la subida al segundo alto de la prueba el Refugio de la Croix du Bonhomme con 2.439mts, la noche totalmente cerrada y con niebla envuelve los frontales de los corredores, no hace excesivo frio y ha parado de llover ¡qué alivio! 02h 39´ paso por el control del km 44 tiempo en carrera 09h 07´39” posición 1793, en los últimos metros de la subida el frontal se queda sin pilas, por lo que cojo el de repuesto pero me dura muy poco, en la bajada me lo tengo que quitar de la cabeza pues el foco no llega al suelo y cogerlo con la mano para poder alumbrarme, cuando ya está en las últimas se acaba el sendero que era bastante técnico y peligroso y comienza un camino ancho en donde se puede correr bastante bien, las luces del control ya se ven abajo a unos dos kilómetros; nada más entrar en el avituallamiento lo primero que hago es colocarle pilas nuevas al frontal bueno y luego me tomo el primero de los numerosos calditos de sopa que me tomaré de aquí al final de la prueba el queso está de escándalo, me acuerdo de mi amigo Paco, con lo que le gusta a él si pillara este queso, pruebo también el chocolate, riquísimo y bebo un poco de coca cola por lo del sueño, he entrado en el control de Chapieux a las 03:35 y salgo a las 03:51 Km 50 tiempo de carrera 10h 03´53” posición 1723, he ganado al crono 10´ más ya son 55´de adelanto sobre la hora de cierre.

   Los siguientes kilómetros se hacen muy pesados y monótonos, es una carretera que sube hacia le Ville des Glaciars desde donde cruzamos el rio que hemos traído a nuestra derecha, para empezar a ascender a la segunda máxima altura de la prueba, el col de la Seigne 2.502 mts son las 06:27 Km 60 tiempo en carrera 12 h 55´44” posición 1724 en los últimos kilómetros de la subida el frontal ya ha empezado a dar problemas y de repente se apaga pero que suerte, es un terreno totalmente despejado de vegetación dada la altura y el amanecer esta próximo con lo que no es necesario frontal. Al llegar a lo alto del collado, pasamos de Francia a Italia y vivo uno de los momentos más espectaculares y emocionantes de toda esta aventura, está amaneciendo y aunque en donde nos encontramos las montañas que nos rodean aún están envueltas en la penumbra de la noche, si miro a mi izquierda contemplo como destaca imponente la cumbre nevada de la gran montaña blanca en donde se reflejan los primeros rayos del sol, esto hay que inmortalizarlo con la cámara pero a la cámara le ha sentado mal tanto agua, no funciona menos mal que el móvil ha aguantado el aguacero y saco varias fotos.

  El camino desciende suavemente hacia el siguiente punto de control, aprovecho para correr un poco no se sabe si vamos a tener muchas zonas que nos permitan correr, llego al Refugio de Lac Combal 07:16  Km 64, tiempo en carrera 13h 44´48” posición 1699, recupero fuerzas con lo de siempre y en el mismo orden: sopa caliente, salchichón, queso, dulces y chocolate todo regado con un poco de coca cola.

  Prosigo, totalmente nuevo corriendo por un camino bastante llano en el fondo del valle italiano de Aosta, sé que pronto me voy a enfrentar a otra dura subida, así que aminoro el ritmo, abandono el camino por el margen derecho, para subir por un sendero entre praderas a la Arete de Mont-Favre, es un tramo de vistas espectaculares del Monte Blanco, en cada recodo del camino hay una vista para inmortalizar con la cámara y yo aprovecho para sacar fotos, algunas me las hago yo mismo y otras se lo pido a alguno de los caminantes que nos encontramos.

  En el control de la Arete 08:42 Km 69 tiempo en carrera 15h 10¨24” posición 1664.

  Los siguientes 8 Km son de bajada hasta Courmayeur, en medio tenemos aún otro control el Col Checrouit-Maison Vieille Km 73 tiempo en carrera 15h 56´53” posición 1633, a partir de aquí la bajada que venía siendo suave y amable se torna mucho más exigente con grandes escalones y terreno más técnico; en este avituallamiento me encuentro con uno de los Chilenos que saludamos en la salida nos preguntamos cómo lo llevamos y me dice que él abandona en Courmayeur, “pero si estas entero”le digo  “si pero la cabeza no me da más de si” le animo y nos despedimos.

  Me adentro en un pinar, el sendero a base de regates a los numerosos árboles desciende de forma brusca al pueblo; al fondo en el valle, aunque aún no se ve, se oye ya el bullicio de la numerosa gente, de repente no voy bien, es bajada debería de poder ir más rápido, es mi terreno, pero las piernas no me van y lo que es peor de pronto una sensación de desánimo se  instala en mi cabeza, es lo que yo llamo el momento tonto de la prueba, no hago nada más que pensar con lo que he corrido y solo le he ganado al crono poco más de 1 hora y todavía no estamos ni a la mitad y si además en donde puedo ganar tiempo que es en las bajadas no voy bien pues es mejor tirar la toalla aquí, hay autobuses de la organización que te llevan a Chamonix, una duchita de agua caliente y otro año será, con estos pensamientos entro en las calles de Courmayeur

son las 10:22 Km 77 tiempo en carrera 16 h 50´37” posición 1620, la villa está a reventar de gente animando, llego al complejo deportivo y me sale a recibir Manolo, que me anima “vamos vas muy bien llevas 1h 40´sobre el tiempo de cierre”, entramos dentro recojo la mochila que habíamos entregado el día antes para que la organización nos la llevara a este punto, me cambio de ropa, de zapas, de calcetines, menos la maya que está seca y va perfecta lo demás todo es nuevo, me tomo dos latas de melocotón en almíbar que me saben a manjar de dioses, Manolo me descarga las piernas, es un crack, no sé qué hubiera hecho sin su ayuda, me da novedades de Juan, no pudo superar el corte de Les Chapieux por 5´ está fuera de carrera es una lástima, y yo pensando hace poco en abandonar, no puedo permitirme tirar la toalla.

  Paso a la zona reservada solo a los corredores en donde me esfuerzo por comerme un plato de macarrones con tomate y después de picotear algún dulce, entrego de nuevo la mochila a la organización y me dirijo a la salida, he estado al final descansando en total 35´,  foto con las montañas nevadas de fondo y comienzo a trotar por las calles de Courmayeur, acompañado por mi fiel escudero, que distinto sería hacer la carrera así en compañía charlando de cualquier cosa, pero pronto tiene que dejarme solo, ha llegado a la zona en que está prohibido el acompañamiento y nos despedimos hasta la Fouly Km 108 en donde tiene que estar si o si pues voy sin pilas en los frontales y calculo que en ese control me llegará la segunda noche.

  Tras dejar atrás las últimas casas del pueblo, y con el ánimo renovado, la carrera se adentra por un empinado sendero con abundantes escalones que zigzagueando entre los pinos va ganando altura, cuando el pinar se acaba el sol que está en lo más alto, decide tomar protagonismo en la prueba y hace si cabe más exigente la ascensión al siguiente control el refugio Bertone Km 82 al que llego a las 12:39, tiempo en carrera 19h 07´57” posición 1462 hago rápidamente acopio de agua, tomo un poco de chocolate y prosigo hacia el refugio Bonatti por senderos estrechos de tierra pero con un buen firme que te permite trotar cuando se suaviza la pendiente; llego al refugio Km 90 son las 14:17 tiempo en carrera 20h 46´06” posición 1411, desde Courmayeur he adelantado más de 200 puestos, me obligo a pesar del calor a tomarme un plato de sopa, repongo líquidos tomo azúcar y parto sin demora para el siguiente control hasta el que hay unos 5 Km de los que la mayoría son de descenso, en la última bajada noto que las piernas me responden muy bien pero no quiero gastar muchas energías, pues pronto tendré que enfrentarme a una de las subidas más duras de toda la prueba y conviene guardar fuerzas.

  15:30 llego al control de Arnuva en el Val ferret  Km 94 tiempo en carrera 21 h 59´14” posición 1402 aquí decido tomarme un respiro un poco más largo de lo que he parado en los últimos controles pues le llevo 1 h y 45´de adelanto al crono, me tomo un caldo calentito y con unos trozos de queso y chocolate me tumbo en el césped que rodea el avituallamiento me descalzo para que los pies se relajen un poco, veo algunos corredores dormitar en el césped y por unos segundos se me pasa por la cabeza dormir 20´y ponerme la alarma pero al final por miedo a no llegar de día a la fouly, decido calzarme y seguir sin más dilación, aun así he estado 19´desde que llegue al control descansando.

  Aún quedan 14 Km hasta La Fouly de los cuales los 4´5 primeros son de subida hasta la cota más alta de la carrera el Gran Col ferret con 2.525 mts, son 750 mts de desnivel en tan solo 4 Km me lo tomo con bastante tranquilidad, voy subiendo a ritmo pero sin exigencias quien quiera pasar que pase, cuando estoy sacando una foto un corredor que pasa a mi lado me comenta “ten cuidado que el año pasado descalificaron a un montón de Japoneses por las fotos” -que pasa que está prohibido sacar fotos en carrera -no hombre que como los orientales son tan amantes de las fotos perdieron tanto tiempo sacando fotos que les cortaron en los controles por no entrar en tiempo. Y la verdad es que ni el corredor más rápido entraría en tiempo si se tuviera que parar a sacar fotos a todos aquellos paisajes que se lo merecen, porque mires para donde mires hay vistas preciosas dignas de ser fotografiadas pero en fin me contentaré con guardarlas en mi retina y dejar para la cámara solo las más espectaculares.    

  Estos kilómetros se hacen bastante largos solamente suavizados por las vistas que se contemplan desde esta altura, en algunas ocasiones hago lo que no se debe hacer mirar para arriba y ver a la serpiente multicolor que representa la fila de corredores, hayá en lo alto de la montaña, donde ésta se recorta con el cielo, y la expresión aparece en mis labios “hasta allí 

hay que subir”, tras 1 h 35´corono el puerto son las 17:25´ Km 99 tiempo en carrera 23h 53´47” posición 1387 acabamos de salir de suelo italiano y entramos en suelo suizo, me falta un poco más de cinco minutos para llevar un día en carrera, va a comenzar la bajada sé que es larga y no muy pronunciada por lo que me preparo para la misma, me aprieto bien los cordones de las zapas para evitar que los pies resbalen hacia adelante y hacerme daño en las uñas, también recojo los bastones pero nada más empezar a bajar doy el primer resbalón el suelo está muy mojado y hay barro decido alargar los bastones para usarlos como apoyo y me llevo la desagradable sorpresa de que estos no se fijan, al final después de intentarlo varias veces y perder un montón de tiempo con uno de ellos lo consigo pero es demasiado corto y el otro no hay forma de fijarlo, preocupado por el problema que representa el tener que hacer el resto de la prueba sin bastones, aún queda mucha subida,

comienzo el descenso totalmente descentrado, cuando ya llevo unos 2 Km me olvido de los bastones y empiezo a coger ritmo adelantando a bastantes corredores hasta llegar a La Fouly son las 19:06 en la carretera a la entrada del pueblo me encuentro con Manolo que alegría me da verle es el Km 108  tiempo en carrera 25h 34´23” posición 1305 le he ganado 2 h 25´al crono por lo que decido tomarme unos minutos de descanso y comer algo después de la exigencia de los últimos esfuerzos; tras 15´de descanso en los que he aprovechado para arreglar el problema con los bastones parto por las calles del pueblo acompañado por Manolo que me escolta hasta la salida del pueblo nos despedimos hasta Champex-Lac.

  Me siento muy entero por lo que empiezo a trotar, el camino es de cómoda bajada con hierba muy apto para ello, cuando llevo tres Km corriendo y a buen ritmo me viene a la cabeza la frase que le he oído a un corredor  hace unas horas “esta carrera comienza en Champex_Lac” como va a comenzar la carrera en el Km 122, pero desconozco  como serán esos 45 últimos Km, así que decido levantar el pie y suavizar la marcha, al poco he de sacar el frontal que con previsión en el último control coloqué en el bolsillo delantero de la mochila, para no tener que detenerme, me saluda un peruano es uno de los que nos habíamos deseado suerte en la salida y continuamos compartiendo camino hasta Champex-Lac, 22:24 Km 122 tiempo en carrera 28h 52´42” posición 1187 y 3h 06´de ventaja.

   Al llegar al control le digo al Peruano que estoy preocupado con el tema del sueño y que como llevo bastante tiempo de ventaja al crono  voy a intentar dormir aunque solo sea media hora y quedamos en vernos a las 23 para salir juntos; busco a Manolo pero no le veo por ningún lado decido tumbarme sobre un banco no sin antes avisar a uno de la organización y explicarle en mi francés básico que me despierte en media hora, cuando estoy poniendo la alarma del móvil aparece Manolo, que alegría de verlo me trae algo de comida caliente, me cambio de ropa y de zapas y me decido a intentar descansar media hora ya con la tranquilidad de que Manolo me llame si acaso consigo dormirme; me tumbo sobre unos bancos en el borde de la tienda echándome por encima la chaqueta y otra prenda de Manolo pero por más que intento relajarme para dormir no lo consigo y a los 5 minutos me levanto decidido a emprender la marcha, si no hay sueño para que forzarlo, Manolo me lee algunos de los numerosos “guasap” de apoyo de la peña y me explica que el seguimiento de la carrera es continuo el “Friqui” nos dice por guasap que nos coloquemos delante de la cámara web que hay así lo hacemos él nos está viendo en directo, nos manda muchos ánimos, intento buscar al Peruano pero no lo veo por lo que después de casi una hora de descanso parto para el siguiente control por las calles del pueblo, muy coqueto, con casas alrededor de un lago del que entiendo recibe el nombre, tras unos Kilómetros de un fácil camino en ligera bajada que me ha permitido trotar, comienza una dura subida al antepenúltimo puerto de la jornada en la subida entablo conversación con dos chavales que vienen de Barbastro David y “el Tabu” hacemos la subida juntos y la bajada hasta La Giete 02:16 Km 134 tiempo en carrera 32h 44´42” posición 1104. A partir de aquí en la bajada se van quedando cada vez más atrás, sigo bajando y adelantando gente ya se puede apreciar en algunos un andar nada natural, forzado por las distintas molestias que a nivel de piernas van apareciendo, yo por ahora voy bastante bien y las bajadas me permito hacerlas corriendo.

   03:24 control de Trient Km 139 tiempo en carrera 33h 52´30” posición 1088, en este control me lo tomo con mucha tranquilidad, charlando con Manolo y comiendo algo, estoy muy confiado porque tengo un colchón de 3h y media que me da ciertas garantías ante un eventual problema. ¡Que sorpresa me encuentro con el Peruano y le invito a seguir conmigo, pero acaba de llegar y va a descansar algo, el que sí se apunta con la condición de que le espere un rato es David que ha llegado hace poco, después de unos 25´de descanso partimos hacia la penúltima subida, en las calles del pueblo nos encontramos con su compañero “El Tabu” que viene bastante cargado de las piernas, le aconsejamos que se dé un masaje en la tienda de los fisios que lo que pierda de tiempo lo va a recuperar, lo despedimos deseándole suerte y nos adentramos en la oscuridad de la noche. Como la anterior subida la ha ido haciendo David, en esta decido ir tirando yo, se nos pegan otros 3 que al final pasan a ser unos 10 pero ni piden paso ni adelantan, el ritmo debe ser bueno en los últimos metros de la subida, sin haber impuesto un ritmo más alto, se van quedando atrás, la noche es mucho más fría que la primera y en esta cumbre aparece una neblina que no te deja ver más allá de una veintena de metros, son las 05:30 de la madrugada ante mis ojos aparece la tienda de campaña del control de La Catogne Km 145 tiempo en carrera 35h 58´36” posición 1021, salgo de Suiza y de nuevo estoy en Francia, esto sí que es turismo exprés y no lo del inserso, en dos días tres países; en la bajada me vuelvo a encontrar absolutamente solo, es como si no estuviera en una carrera en la que hemos tomado la salida 2.500 participantes, no veo ningún frontal por detrás y ninguno por delante, tan  solo la negrura espesa de la noche es mi compañera y de vez en cuando el tenue brillo de la baliza que me indica que voy por el camino correcto, en estas condiciones intento asegurar para no perderme, es lo que me acababa de hacer falta extraviarme ahora que lo tengo tan cerca, cuando desciendo algo más en la montaña, la niebla se disipa, por lo que comienzo a descender más rápido y sigo adelantando a gente que aparece como de la nada. La noche muy poco a poco va cediendo paso al día y el fantasma del sueño no ha aparecido; cuando llego a Vallorcine ya es de día 05:30 Km 150 tiempo en carrera 37h 18´48”· posición 999.

  Decido aligerar bastante la mochila, por lo que prescindo de todo lo que considero superfluo y que la organización no obliga llevar, me tomo un caldito y un poco café y decido no demorar mucho más la salida, Manolo me acompaña unos metros, me despido de él diciéndole “nos vemos en  la meta”, le doy un abrazo en el que va todo mi agradecimiento al pedazo de persona que es.

   El camino es llano ancho y pica un poco para arriba en estas circunstancias es cuando me cabrea el ser tan bajito, pues la gente alta da un paso mientras yo para poder seguir el mismo ritmo tengo que dar dos o tres; cruzamos una carretera y desde este punto se inicia la última subida al col La Tete aux  Vent de 2116 mts de altitud; en las primeras rampas ya me doy

cuenta que con la chaqueta cortavientos voy a pasar calor así que decido perder un tiempo en quitármela y guardarla en la mochila para hacer la subida más cómoda, subo sin prisas pero sin pausa de menos a más hay zonas en la parte alta muy técnicas con grandes saltos entre enormes piedras; arriba se ve la tienda que la organización tiene instalada en el control, son las 09:33 Km 158 tiempo en carrera 40h 01´23” posición 946 a partir de aquí todo es bajada hasta la meta solo quedan 10 Km, decido perder un tiempo en apretarme bien los cordones de las zapas, bebo un poco de coca cola y como un poco de chocolate.

  Desde los primeros metros de la bajada me noto muy fresco, es una sensación rara como si acabara de empezar, como si la salida la hubieran dado en lo alto de aquel monte perdido y los 160 km anteriores no hubieran existido, no me duele nada, ni los pies, ni las piernas, nada, estoy pletórico, voy dando saltos como las cabras de roca en roca por las zonas técnicas, cada vez más seguro de mí, pues noto que las piernas me responden cuando las exijo, comienzo a pasar corredores, algunos de ellos bajan despacio por precaución, otros es que no pueden ir más rápido, pues sus piernas están al límite, se les nota en las posturas forzadas, en las cojeras; yo no tengo claro que no haya aun algún repecho y como responderé en él si me vacío del todo en la bajada, pero no puedo reprimirme estoy disfrutando; de repente el sendero finaliza en un camino ancho lleno de gente que anima, este asciende en pronunciada pendiente unos doscientos metros al Refugio de la Flégere, subo bien, con mucha fuerza llego al control 10:41 Km 161 tiempo en carrera 40:43:06 posición 907 apenas paro para beber un poco de coca cola y comerme 4 trozos de chocolate que me meto rápidamente en la boca y salgo dispuesto a continuar con esta frenética bajada, no vaya a ser que si descanso se me baje la adrenalina, pero enseguida descubro que no, que sigo igual que hace un minuto antes de entrar al último de los avituallamientos, pues me veo descendiendo una pendiente en la que es difícil mantener el equilibrio de unos 100 mts de longitud a todo lo que mis piernas dan de sí, desemboco en una ancha pista que desciende ya de forma no tan pronunciada; al principio quiero controlar el ritmo de la carrera pero me doy cuenta que si los cuádriceps no me duelen les puedo dar toda la caña que mis piernas aguanten y es así que me veo bajando como una moto, en una curva de la pista una flecha marca el desvío que hay que coger, cambiamos la pista amplia por un sendero técnico, lleno de raíces y piedras, pero es como si mi cuerpo pesara la mitad voy brincando de escalón en escalón de roca en roca, como si la velocidad que traía en la pista no la disminuyera, los corredores ya no hace falta que les pida paso, simplemente con el ruido que hago bajando, les hace pararse y echarse a un lado, solo en el caso de una chica que noto que baja rápido y con muy buena técnica le aguanto durante unos metros luego le pido paso, me lo cede pero a continuación se pega a mí y me sigue durante unos 100 mts o más, adelanto a otro corredor justo antes de llegar de nuevo a la pista ésta ya no tiene tanta pendiente, este último corredor sigue pegado a mi durante más de 1 km, oigo sus pasos a mi espalda, yo continuo pletórico adelantando a corredores cada vez más cerca del pueblo, en alguno de los claros entre los arboles puedo divisar los tejados de las casas de Chamonix.

   Numerosos grupos de personas suben por el camino para animar a los corredores ”trois Kilometres” me dice un gabacho y lo confirma con tres dedos levantados; hay un arroyo que cruza el camino, yo ni paro para pasarlo piso en una piedra de la orilla cual ágil gacela salto al otro lado, la pista desemboca en una carretera y estoy en las primeras casas del pueblo, de repente reconozco el puente donde horas antes estuve contemplando a un grupo de gente practicar rafting sobre el rio, al girar a la derecha tras cruzar el puente paso sobre la marca del último kilómetro, voy por el paseo paralelo al rio ya es llano pero yo sigo al mismo ritmo que traía en la bajada como si de una prueba de 10 km se tratara calculo que iré por debajo de 4´50”/Km, pletórico, feliz, a punto de conseguir el sueño de cualquier ultrero, me empapo del ánimo que transmiten la gente que inunda las calles del centro de Chamonix, tan rápido voy que cuando en uno de los últimos giros un gendarme me indica con su mano para la izquierda me meto por un pasillo sin salida doy la vuelta la gente se sonríe yo también, me incorporo al camino correcto, último giro a la derecha último a la izquierda y enfilo los metros finales ahí está ya el arco desde el que partí hace casi dos días, son 30 mts apenas 10 segundos pero los saboreo como si fueran los últimos de mi vida, en una explosión de alegría inmensa levanto los bastones al aire apuntando al cielo azul de Chamonix y exclamo gracias dios mío por permitirme vivir esto.

   Cuando estoy a punto de cruzar por debajo del arco me acuerdo de Manolo le busco con la vista a un lado y a otro pero no le encuentro, deseaba que estuviera pues necesitaba darle un fuerte abrazo de agradecimiento; Al final el crono se para en 41h 32´34” en la posición 828 de la clasificación general y el 114 de la categoría MASTER, pero esto es lo de menos lo importante es que la he acabado, he disfrutado infinitamente de la carrera y una explosión de  alegría por el éxito me invade.

 Por fin consigo hablar con Manolo por el móvil está aparcando, no se a quien le ha dolido más no estar en la llegada si a mí o a él, quedo con ellos en el parking pues ha venido también Juan Guzman, al que saludo y le animo para que el año que viene y ya con la experiencia de este, vuelva a intentarlo, pues seguro que lo conseguirá; a Manolo le doy un abrazo con el que le transmito todo mi agradecimiento por la enorme ayuda que ha supuesto para mí.

  Objetivo conseguido, “veni, vidi, vici” que diría Julio Cesar, he venido a enfrentarme a la gran montaña blanca, la he rodeado totalmente, he cerrado el circulo a su alrededor, la he visto por todas sus caras y ella me ha sonreído y me ha dicho ¡enhorabuena ya eres finisher del Mont Blanc!

AGRADECIMIENTOS:

  En primer lugar, a mi familia, por la paciencia que han tenido para conmigo, durante tantos meses de entrenamientos, fines de semana, que no han podido contar conmigo para ir a la playa o a cualquier otra actividad porque tenía que hacer tirada larga.

  A Manolo Zarzavilla, porque ha estado conmigo desde el principio apoyándome en todas las carreras, porque siempre que lo he necesitado ha estado ahí, a mi lado dándome ánimo y fuerza, gracias a su optimismo he superado los momentos de debilidad, y gracias a sus descargas mis piernas se han recuperado, ¡eres el mejor mochilero que puedo tener¡

  A Juan Guzman, por compartir conmigo  esta aventura, los entrenos juntos en Navacerrada, Grazalema, lástima que no hayas podido rematar la faena, pero yo se que el año que viene lo vas a conseguir, animo.

  Al grupo de “los Tristes” por ese seguimiento tan especial que hicisteis de la prueba, conseguisteis que cuando estaba en lo alto de esas montañas no me encontrara solo en todo momento ibais a mi lado.

  Al grupo “Con mi gente” decirles que el éxito en esta prueba en parte os lo debo por permitirme sacar la licencia federativa con su club, desde entonces, me impuse una obligación moral para con ellos, que cuando participara en cualquier prueba beneficiándome en la inscripción, del uso de la ficha federativa participaría con su nombre, esta prueba no ha sido el caso al no tener que usar la licencia y opté por el nombre de mi Unidad de destino; pero que sepáis que también vosotros estabais presente en mi corazón en el Mont Blanc.

  A mi Unidad de destino la JEAPRESUR, por todas las facilidades que me han dado para realizar los duros y largos entrenamientos diarios.

   Y en general a todos cuantos me habéis apoyado en esta aventura por ser “Finisher del UTMB”.                                                 

                                                                                                           Sevilla a 5 de Septiembre de 2014

Comentarios (2)

chema_maal
  • 1. chema_maal | 20/02/2017
Perdón Esteban, siempre me pasa lo mismo con vosotros dos!!!!
chema_maal
  • 2. chema_maal | 20/02/2017
Loco por vivir esa experiencia German. Gracias por compartirla con todos nosotros.

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