Ultra Trail Gran Vuelta Valle del Genal - Por Pedro Escudero

Ultra Trail Gran Vuelta Valle del Genal - Por Pedro Escudero

…y llegó tan ansiado día.

Y después de solo 4 horas de sueño, allí estaba el equipo (Rafael Oñate, Iván Centeno, Manuel Huertas y un servidor, Pedro Escudero) presto y dispuesto en el corralito de salida.

Caras de felicidad, mezcladas con caras de pánico. No parábamos de animarnos y gritarnos que aquel era el día, posiblemente no habría otro, era aquel y había que aprovecharlo, un Hispatrail no se rendía fácilmente.

De fondo un violín y unas hermosas palabras de Chito las cuales nos prestaba el valle durante unas horas.

Y tras un ordenado desorden tomamos la salida. Se respiraba miedo ante lo desconocido por parte de todos nosotros.

 Con la climatología muy adversa, pronto el valle nos iba a presentar sus credenciales. Allí estaba la durísima subida al Molino del Capitán y tras ella, la subida al gran Jardón.

El valle no nos daba tregua, constantes subidas y bajadas de gran dureza repletas de barro que nos iban limando poco a poco las fuerzas. Seguíamos peleando y el valle nos enseñó sus poderosas garras a la llegada de los Riscos de noche y lloviendo, se hacía misión imposible mantener la verticalidad. Sufrimos innumerables caídas, pero antes nos levantábamos y seguíamos hacia delante. A un Hispatrail lo puedes tirar pero es difícil que no se levante.

Poco a poco fuimos superando etapas de pueblo en pueblo y así llegamos a los últimos 20 kilómetros. El día empezaba a clarear, ya apenas hablábamos, íbamos cada uno concentrado en su carrera después de una noche interminable. De repente y sin ningún pacto previo, empezamos a animarnos unos a otros consientes de que estábamos en un punto crítico para la conquista o no del valle. Y volvieron a surgir nuevamente los gritos de ánimo “¡Hoy es el día equipo!” “un Hispatrail nunca se rinde”.

Último avituallamiento a 5 km de la gloria, pero el valle no nos lo iba a poner fácil y recordamos las palabras de Chito en la salida “dejad un poquito de vuestra valentía debajo de cada piedra” así lo hicimos.

Ya solo quedaban 2 km y entonces el valle consciente de su más que probable derrota quiso morir matando. Km 128 de carrera, nos paramos y nos quedamos todos mirando con cara de guerrero en una batalla final. Afrontamos esa pared sin pensarlo, enrabietados. Alcanzamos al Algatocín y vencimos al fin y definitivamente al valle. Cruzamos la línea que separa la alegría de la decepción y abracé a los guerreros, sí a mis guerreros, a esos que conformaban mi equipo y les di las gracias por todo lo que me había enseñado en este viaje.

Y subimos al cajón merecido y peleado orgullosos de la batalla ganada, aunque no la guerra, aún nos quedan muchas batallas por librar.

Adiós Genal, espero volver a verte.

Comentarios (1)

Jorge León
  • 1. Jorge León | 17/11/2017
Enorme!!!. Gran relato de algo más que una aventura, que un reto deportivo, una auténtica experiencia vital compartida con otros tres soñadores / luchadores. Os doy la enhorabuena no por ser finishers, ni por hacer pódium, ni por haber superado horas de barro, sudor y quizás lágrimas de dolor. Os doy la enhorabuena por participar un una prueba de este calibre con la pretensión inicial de disfrutar, cuando, desde lo más hondo, sabes que vas a reventar, a pasar una noche eterna, pensamientos de abandono... y a pesar de ello afrontarlo con tanta valentía. Un abrazo fuerte y a por la próxima batalla!!! ;)

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