Trail Sierra de Tentudia - Por Antonio Acosta

Por Antonio Acosta
 
Acosta tentudia
Todo empieza con una llamada a Olga Hidalgo para que me informe de alguna carrerita a la que me pueda apuntar. 
 
- La próxima a la que vamos es Tentudía así que te puedes inscribir en esa.
- Está bien me apunto a la media.
- De eso nada tú a la larga que dan siete horas y la puedes terminar.
 
Dicho y hecho, apuntado a la maratón.
Conforme se va acercando el día más miedo a la aventura que tenía por delante, ya que era mi primera maratón con poco entrenamiento de montaña. 
 
Para colmo la semana de la carrera virus estomacal que me tiene tirado literalmente toda la semana. Pienso en no ir, no voy a poder ¿para qué seguir?, pero la ilusión es más fuerte y allí estamos el sábado 18 en Cabeza la Vaca, ya no hay vuelta atrás.
 
Noche de nervios pero duermo y antes que me dé cuenta ya estamos en el cajón .
 
Bocinazo de salida y a por ella. Intentaré aguantar todo lo que pueda con Maribel, Dani, Fran y Luismi y después lo que Dios quiera.
 
Hasta la subida a Bonales juntos pero ya considero que no puedo ralentizarlos más y es hora de afrontar solo los siguientes 28 km. En mente una idea, tengo que terminar y disfrutar de lo que estaba haciendo, y así lo hago. Corro y ando cuando puedo o las piernas me permiten. Paro para disfrutar del paisaje que tenía a mi alrededor y adelante, cada vez queda menos. 
 
Cada avituallamiento un oasis en el desierto. Subida al monasterio de Tentudía menos dura de lo que esperaba, la verdad, quitando el kilómetro y medio de carretera. Llego por los pelos al corte del Monasterio, otro avituallamiento y lo más duro parece que ha terminado. Ahora a bajar, no me esperaba tanto asfalto que se hacía interminable, las piernas cada vez más cargadas pero no da tiempo de pensar en eso.
 
Km 30, único pensamiento en mente, terminar, el tiempo ya me daba igual. Corro todo lo que puedo. Al último avituallamiento llego con las fuerzas justas, me recargo de todo, mucha naranja, plátano y azúcar.
 
El pueblo a la vista y se acabó, sueño cumplido, esa entrada en la meta, ese abrazo con mis amigos de fatigas y a los cuáles les estaré siempre agradecido por todos los ánimos que me dieron y que hicieron posible esta aventura. Luismi, Maribel, Dani, Fran, Olga  qué grandes sois. 
 
Hasta la próxima. 
 
Fdo. Un Hispatrail

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