Ultra Trail Gran Vuelta Valle del Genal - Por Jesús (Chocobike)

Ultra Trail Gran Vuelta del Genal - Por Jesús (Chocobike)

Tres y pocos minutos de la mañana del domingo 5 de noviembre, Algatocín. 21 horas y 3 minutos más tarde volvemos al mismo lugar donde más de 500 “loc@s”, con la atenta e incansable mirada del agua, comenzábamos a castigar el cuerpo y la mente con la recompensa de: ¿satisfacción personal, aventura, reto, promesa, superación, contacto con la naturaleza? …  y algunos pocos…. la satisfacción de la victoria.

Hace varios años, tras cruzar la meta de  mi primera carrera de más de 100 kms, mi primer pensamiento fue: “Una y no más”. A la mañana siguiente había desaparecido. Creo que eso nos ha pasado a tod@s. Después nunca me había vuelto a pasar.

Pero ese pensamiento regresó y varios días después aún no ha desaparecido. Físicamente terminé bien,  no más allá de las molestias “normales” de 130 kms y 6400 metros positivos. Pero mentalmente los últimos kilómetros se me hicieron anodinos, aburridos, eternos…

Y no puedo decir que se deba al “mal trato” que se nos da en el Valle del Genal: carrera en un entorno precioso, con una gran organización, priorizando al corredor, con una buena bolsa del corredor con cosas útiles (al menos a mi entender). Los pueblos se vuelcan con el corredor y los avituallamientos están bien servidos. Qué bueno el vasito de aguardiente antes de iniciar la subida al Jardón en Jubrique!!.

Ya momentos antes de la salida la arenga te pone los pelos de punta. Me encanta el momento en el que la voz y cierto cambio de tono por parte de Chito comienza:

“pero una cosa… sólo una cosa…

dejadnos un trocito de vuestra valentía

bajo cada piedra.”

Y es que es así. El Genal sólo  te pide eso. El resto  te lo regala.

Aunque todo el recorrido tiene rincones y zonas muy bonitas me quedo con el primer tramo de bajada a Igualeja. Camino de un  marrón intenso semicubierto de hojas  ocres de castaño y acompañado sólo de “mi Almu”, mi compañera de viaje…mi vida.

Sin embargo, no sabría bien describir la sensación que me acompaña pero sí la pregunta que ronda por mi cabeza: ¿merece la pena un esfuerzo así?, ¿la “recompensa” obtenida durante y tras cruzar la línea de meta merece tal esfuerzo?.