Trail Ruta del Agua 2017 - Por Alfonso

Por Alfonso.

No es que fuera la prueba más dura a la que me pudiera enfrentar, ni que miedo le tuviera, pero afrontar carreras así con la falta de entrenamiento que tengo puede ser en parte un reto para mi. Está claro que si lo hice es que era posible.

Fui de los primeros en llegar al polideportivo, por solucionar los
problemas con la inscripción y por afrontar mi problema con los nervios que siempre me llevan al mismo lado dos o tres veces antes de empezar como un ritual (miedo no, pero nervios si que no quiero que se pierda si no dejaré de hacer estas cosas, habrán perdido el sentido).

Repaso 15 veces el material y busco a los compañeros. Foto, disparo y en marcha.
En principio mi idea era ser conservador pero al tiempo quería llegar al corte y ahí ya dejarme ir. Así me asocio con Raúl, Perico y Alberto. Luego se uniría Joaquín. Me llevaron a un ritmo que me temí que con la falta de entrenamiento me pasaría factura pero hasta el corte fui mejorando en sensaciones según pasaban los kilómetros.

Pasado éste llegó una de las rampas más duras, ahí el cansancio empezó ya a aparecer y con él los fantasmas del abandono.
Era muy pronto y no iba a renunciar ni de coña. Cogí mi sitio y mantuve el ritmo siempre cerca de los compañeros. Alrededor del km 30 sufrí una segunda "pájara" que achaqué a la calor. Tocó descansar a la sombra y comer y beber. Me pasó MC a la que no volví a ver. Tras reponerme volví a buscar ritmo apretando a tope en las bajadas y llegó un punto en que de lejos vi a Raúl y supuse que algo raro le pasaba pues no era normal tenerlo tan cerca tras mi parada.
No me dejó esperarlo y seguí, pero al tiempo me alcanzó de nuevo y ya no lo dejé, quería retirarse y si para mí no era una opción que no estoy físicamente preparado no me gustaba la idea que eél si cediera. Lo convencí que siguiera y que iríamos juntos hasta el final y así fue. Luchó con el dolor de espalda y andamos muchos kilómetros hasta que cerca de la presa probó a trotar. En la presa nos alcanza Juan Cueto y ya los intentos eran por llegar al corte aunque teníamos claro que no se nos iría la vida en ello. Ya Raúl había hecho un sobreesfuerzo y llegar era razonablemente enorgullecedor.

A pesar de todo, la dureza y demás, la carrera me pareció preciosa y aunque sufrí en demasía por mi escasa preparación creo que repetiré.